
Hoy os quiero hablar de una filosofía japonesa denominada Wabi Sabi. Reducida a su esencia más básica, el Wabi Sabi es el arte japonés de la búsqueda de la belleza en la imperfección.
Este concepto suele encontrarse aplicado a objetos materiales, a decoración… Pero reflexionando sobre ello me he dado cuenta de que no sería nada descabellado extrapolarlo al propio cuerpo.
Wabi
Wabi se deriva de la raíz wa, que se refiere a la armonía, la paz, la tranquilidad y el equilibrio. El espíritu Zen se personifica en una persona Wabi, es decir, que se conforma con poco, está libre de codicia, de indolencia, de ira y comprende la sabiduría de la naturaleza.
Sabi
Sabi, por su parte, significa “la flor del tiempo”. Implica la progresión natural del mismo y la aceptación de que todo cambia y nada permanece.
Las bases del Wabi Sabi
El Wabi Sabi japonés extrae directamente de la naturaleza sus tres ideas básicas:
· Nada es perfecto.
· Nada es permanente.
· Nada está completo.
La belleza según este concepto está íntimamente entrelazada con la imperfección y la impermanencia de las cosas y en aceptar pacífica y serenamente el ciclo natural de la vida.
La Naturaleza es perfecta y nuestro Cuerpo también
La Naturaleza es perfecta, aunque esté llena de imperfecciones. Y eso mismo ocurre con nosotros, aunque desde nuestra mente occidental nos cueste entenderlo.
Muchas veces nos obsesionamos con lo que consideramos “imperfecciones” y nada más alejado de la realidad. Porque, ¿qué es perfecto?, ¿qué no lo es?. La belleza es algo subjetivo, estrechamente vinculado a cada cultura. Los cánones de belleza han ido variando a lo largo de la historia y seguirán haciéndolo. La forma de nuestras orejas, una prominente nariz, incluso una arruga de expresión acentuada es lo que nos da ese toque tan personal, “eso” que nos hace únicas/os.
Celebra las imperfecciones
La vida pasa por nosotros y nosotros pasamos por la vida. Lo que somos a día de hoy y lo que podemos ofrecer como personas se lo debemos a ella. Las arrugas, las estrías, las cicatrices, no son imperfecciones, si no vestigios de nuestras vivencias: las risas, los llantos, los cambios de peso, los enfados, los embarazos, los momentos de felicidad.
Todos estos estados físicos y emocionales conforman nuestro ser día tras día y, si bien es cierto que nuestro cuerpo va acusando el paso del tiempo, a través del Wabi Sabi podemos aprender a abrazar “aquello que menos nos gusta de nosotros” y a valorar nuestro cuerpo tal cual es.
Sé auténtica/o por encima de todo y ¡celebra tus “imperfecciones”!
Quiérete mucho
Cuídate y utiliza productos naturales para ello. En definitiva, quiérete mucho.
Somos seres naturales viviendo en un mundo cada vez más artificial. Utilizar cosmética natural y libre de tóxicos nos purifica a la vez que nos ayuda a reconectar con lo esencial.
Gestos tan sencillos como hidratar tu rostro, tomar un baño relajante o aplicarse un suave masaje con bálsamos y aceites naturales hace que te sientas infinitamente mejor. Aceptarse no significa descuidar nuestro aspecto. Cuidar tu exterior mejora tu interior y viceversa.
Así que, ya sabéis, aplicad el Wabi Sabi cuando dirijáis la atención a vuestro cuerpo y sentid cómo la aceptación de lo que es trae el equilibrio a vuestra mente.